I. Saber Hablar
Objetivos:
• Apreciar la importancia de las exposiciones orales como medio de comunicación de la gerencia.
• Identificar los factores que deben tenerse en cuenta al hacer una exposición
• Desarrollar un sistema para planear exposiciones eficaces.
Transmitir el Mensaje
• Su influencia puede depender de su habilidad para comunicarse
• Hablar en público puede generar temor y ansiedad
• Saber hablar es un don especial que puede aprenderse y perfeccionarse
Prepararse para la exposición, cuatro preguntas esenciales:
1. ¿Por qué debo hacerla? El propósito
2. ¿Para quién debo hacerla? El auditorio
3. ¿Qué voy a decir? El contenido
4. ¿Cómo lo voy a decir?
Propósito de la exposición
• ¿Comunicar información? Informar
• ¿Hacer una propuesta? Vender
• ¿Inspirar o motivar? Incitar
Acerca del auditorio
• ¿Cuántas personas son?
• ¿Cuánto saben acerca del tema de la exposición?
• ¿Quiénes son?
Planear la exposición
• Decidir lo que va a decir
1. Resuma en una oración o párrafo corto lo que va a decir
2. Relacione los puntos esenciales que desea cubrir
3. Considere el tiempo total de la exposición y asígnele tiempo a cada punto, incluyendo introducción, conclusión y otros
4. Establezca la secuencia
5. Recopile información de apoyo
• Decidir cómo lo va a decir
1. Estructure su exposición
2. Prepare sus notas (palabras y frases claves, ideogramas)
3. Utilice palabras sencillas y frases cortas, lenguaje adecuado y pronunciación
4. Apóyese en ayudas visuales (estas son para el auditorio)
5. Utilice el humor y las anécdotas siempre que sean útiles y pertinentes
6. Ensaye su exposición
Hable con autoridad
• Vencer el miedo: sólo el conocimiento del tema le dará mayor seguridad.
• Estar vestido de forma apropiada
• Usar lenguaje gestual apropiado
• Cualidades vocales: resonancia, ritmo, velocidad, altura, volumen, modulación, claridad, pausas, entonación.
II. Saber escribir
Objetivos:
Analizar las actividades que exigen comunicación escrita e identificar las áreas que deben mejorarse.
Implantar métodos con los cuáles se obtengan resultados a través de una buena comunicación escrita.
Desarrollar habilidades que permitan conseguir resultados por medio de la comunicación escrita.
Una comunicación escrita eficaz es la que:
• Transmite fielmente el mensaje
• Proyecta la imagen que el emisor considera apropiada para la situación
Para crear una comunicación escrita eficaz deben cumplirse tres etapas:
1. Prepararse para escribir
2. Escribir
3. Revisar lo que se escribió
1. Prepararse para escribir
• Piense:
- ¿Quién leerá el escrito?
- ¿Qué quiero decir? ¿Cuál es el mensaje?
- ¿Por qué debo decirlo? ¿Cuál es el propósito?
• Enumere:
- Los puntos principales
- Use fichas o ideogramas
• Organice:
- Ordene los puntos de acuerdo a un orden lógico
- Elimine las repeticiones y los puntos que no vengan al caso
2. Escribir
Los tres propósitos principales de la comunicación escrita son:
Decir SÍ
Decir NO
Convencer (HACER)
Para escribir cartas POSITIVAS:
Comunique directamente las buenas noticias
Explique las buenas noticias, aclarando cualquier duda que puedan generar
Termine con una frase de estímulo
Para escribir cartas NEGATIVAS:
Comience con una frase neutral que sirva de “amortiguador”
Explique la razón que justifique las malas noticias
Comunique las malas noticias
Sugiera alternativas posibles, si la hay
Termine con una frase de estímulo
Para escribir cartas de PERSUASIÓN o de ACCIÓN:
Comience con una frase que despierte el interés del lector, por ejemplo, una pregunta directa o un planteamiento afirmativo.
Presente la propuesta o solicitud haciéndole ver al lector las ventajas probables.
Emplee una frase que lleve a la acción.
- Indíquele al lector lo que debe hacer después.
- Estimule al lector para que actúe sin tardanza haciéndole ver las ventajas de una respuesta rápida.
3. Revisar lo que se escribió
Busque indicios de:
Imprecisiones
Mala presentación
Como hacer que un escrito luzca llamativo
Llame la atención del lector con un título
Use subtítulos
Rompa los párrafos largos
Use márgenes adicionales para llamar la atención
Subraye o use mayúsculas para enfatizar
Tenga en cuenta los cuadros y gráficos
III. Saber Escuchar
Objetivos:
Apreciar la importancia de saber escuchar a oradores e interlocutores
Mejorar las habilidades comunicativas mediante la comprensión del orador o interlocutor.
Conocer las técnicas de la escucha activa
Cuando asista a una conferencia o exposición:
Acérquese con una actitud positiva
No permita que sus emociones desvíen su razonamiento
Mantenga la concentración
Encuentre algo que le interese
No se ponga en la tónica de “tengo mucha prisa”
Póngase en lugar de quien habla
Escuche activamente
Escuchar activamente
Requisitos para escuchar activamente:
1. Intensidad. Concentrarse intensamente en el mensaje del orador y eliminar los pensamientos intrascendentes que interfieran.
2. Empatía. Ponerse en el lugar de quién habla, tratar de entenderlo.
3. Aceptación. Ser objetivo, aún cuando no estemos de acuerdo con el orador.
4. Totalidad. Captar el mensaje completo, preguntar si es del caso.
Habilidades para escuchar activamente
Establezca contacto visual con el orador o su interlocutor
Asienta con la cabeza y muestre una expresión facial adecuada
Evite acciones o gestos que lo distraigan
Haga preguntas
Sintetice con sus propias palabras lo que el orador ha dicho (parafrasear)
Evite interrumpir al orador
No hable de más
GUÍA DE LA BUENA COMUNICACIÓN
1. Aclare sus ideas antes de comunicarse
2. Examine el verdadero objetivo de cada comunicación
3. Considere todo el medio ambiente físico y humano
4. Consulte con otros, donde sea apropiado, la planeación de la comunicación
5. Dese cuenta de las insinuaciones tanto como del contenido básico del mensaje
6. Tome la oportunidad, cuando surja, de comunicar algo de ayuda o valor para el receptor
7. Siga la comunicación
8. Comunique para el mañana tanto como para el hoy
9. Asegúrese que las acciones apoyen las comunicaciones
10. La última, pero no la menos importante: No busque solamente que lo entiendan sino entender.
Artículos, libros y contenidos sobre temas científicos, de gestión y de interés general
lunes, 13 de septiembre de 2010
Administración: Naturaleza y Características
Introducción
A través de la historia el hombre ha desarrollado las actividades necesarias para obtener los bienes y servicios que requiere para vivir; primero, fue nómada viviendo de la recolección de frutas y vegetales, de la caza y la pesca, luego, con el descubrimiento de la agricultura, se produjeron asentamientos humanos y se desarrollaron métodos que le permitieron obtener mejores resultados por medio del cultivo y del pastoreo.
Durante todo este proceso histórico que duró varios milenios, el hombre recurrió, siempre, a su capacidad gregaria para sobrevivir. Así pudo sobreponerse a las condiciones más difíciles, gracias al esfuerzo de grupo, ya fuese para defender un territorio –y todos los recursos que poseía- o para conquistar otro; así mismo, para adelantar las tareas económicas que garantizaran la subsistencia del grupo social.
No cabe duda, entonces, de que el ser humano desde los mismos albores de la humanidad desarrolló y aplicó técnicas económicas y administrativas para sobrevivir. Las actividades bélicas y de confrontación de las que dependían las conquistas de territorio y de recursos se basaron, así, en la planeación, la organización, la dirección y el control, mucho antes de que se conformaran las ciencias.
Con el surgimiento de grandes civilizaciones en la antigüedad se consolidaron, también, las prácticas administrativas. La prehistoria de la administración señala importantes aportes de los sumerios, egipcios, hebreos, chinos, indios, babilonios, griegos y romanos, entre otros.
Así mismo, se mencionan los aportes de filósofos, la iglesia católica, la organización militar, los economistas liberales, sucesos históricos como la Revolución Industrial, las actividades mercantiles y otros.
La Empresa
Pero, no cabe duda de que entre todas las creaciones del hombre la más sobresaliente sea la empresa. A través de ésta el hombre ha organizado todas las actividades necesarias para garantizarle a la humanidad el pleno desarrollo de su existencia. Las empresas producen los alimentos que consumimos diariamente, la ropa, el calzado y otras prendas que nos visten, las casas y apartamentos que habitamos, los automóviles en que nos desplazamos, los muebles y el equipamiento doméstico que utilizamos, los servicios públicos domiciliarios, los servicios de educación, salud y recreación, los libros que nos instruyen o divierten, la música, en fin, no hay, hoy en día, un bien o servicio que no sea producido por estas unidades económicas llamadas empresas.
Con el surgimiento de las empresas surgieron las prácticas administrativas y gerenciales sistemáticas que fueron orientando el surgimiento de las teorías administrativas, siempre en la búsqueda de la optimización de los recursos y de los beneficios económicos. Esta evolución del pensamiento administrativo será tratada más adelante.
No cabe duda de que entre todas las creaciones del hombre la más sobresaliente sea la empresa.
Empero, así como no hay dos personas iguales en el mundo, en esta sociedad de organizaciones tampoco existen dos empresas idénticas, pues cada una presenta características propias. En este sentido, se observa que pueden existir dos o más empresas dedicadas al mismo objeto social, dedicarse a la misma actividad, pueden ser de la misma naturaleza jurídica, pueden tener las mismas dimensiones, el mismo entorno, la misma base de clientes y proveedores, pero cada una desarrollará una única “personalidad”, una cultura, unas características propias que la hacen diferente de las demás.
De otro lado, las empresas son complejas en extremo, internamente están afectadas por una serie de factores que van desde los aspectos técnicos y financieros hasta los culturales, externamente funcionan en ambientes diferentes, condicionados por factores económicos, sociales, políticos, tecnológicos, legales y por la presión y competencia de otras empresas similares, entre otros.
La empresa es, entonces, un conjunto de recursos organizados para realizar actividades relativas a la producción o transformación de bienes y servicios que han de satisfacer las necesidades humanas. Los recursos que integran la empresa son físicos, financieros, técnicos, tecnológicos, de información y humanos; las empresas, de acuerdo a su actividad, pueden ser agropecuarias, mineras, industriales, comerciales, de servicios, y otras; de acuerdo con la procedencia del capital pueden ser privadas, oficiales, de economía mixta; de acuerdo con el tamaño pueden ser pequeñas, medianas y grandes; según el número de propietarios, pueden ser de propietario único o sociedades.
Administración: Naturaleza y Propósito
Las empresas no funcionan solas o al azar, las empresas necesitan ser administradas por personas capaces de cumplir con sus propósitos esenciales, para lo cual requieren aplicar toda una serie de técnicas administrativas desarrolladas por el hombre a través de la historia
En este orden de ideas, podemos afirmar que la administración es la actividad humana más importante, ya que a través de ella el hombre puede organizar y utilizar los escasos recursos de que dispone para la adecuada satisfacción de las permanentes necesidades humanas.
La administración es, entonces, el proceso de diseñar y mantener un entorno en el que, trabajando en grupos, los individuos cumplan eficientemente objetivos específicos . Esto significa que:
Cuando se desempeñan como administradores, los individuos deben ejercer las funciones administrativas de planeación, organización, dirección y control.
La administración se aplica en todo tipo de organizaciones.
La administración se ejerce en todos los niveles de la organización.
El propósito de todos los administradores es: lograr un resultado positivo.
La administración se basa en los principios de economía, eficacia y eficiencia.
Los administradores asumen la responsabilidad de emprender acciones que permitan a los individuos realizar sus mejores contribuciones al cumplimiento de objetivos grupales. En consecuencia, la administración se aplica lo mismo a organizaciones grandes y pequeñas, empresas lucrativas y no lucrativas, industrias manufactureras y de servicios.
En conjunto el sistema administrativo tiene la responsabilidad de coordinar todos los esfuerzos hacia el cumplimiento de la misión de las organizaciones, combinando los recursos disponibles e interactuando dinámicamente con el ambiente.
Las empresas necesitan ser administradas por personas capaces de cumplir con sus propósitos esenciales.
En el mismo sentido, el conocimiento de la administración y de buenas prácticas administrativas facilita la comprensión y gestión de la complejidad de las organizaciones, contribuye al manejo racional de recursos escasos, ayuda en la organización del talento y competencias de las personas y nos apoya en la búsqueda y universalización del bienestar.
¿Qué hace un gerente?
Como todo organismo social, las empresas requieren la acción de una persona o un equipo de personas capaces de tomar las decisiones necesarias para que puedan funcionar. Estas personas que orientan a la organización se llaman gerentes, directores, jefes, supervisores o líderes. Estas personas tienen sobre sus hombros la responsabilidad de los resultados, son ellas las que deciden qué hacer con los recursos disponibles, cuándo, cómo y dónde y, además, hacen que con entusiasmo los colaboradores desarrollen las tareas necesarias para alcanzar las metas propuestas.
Pero, así como difieren las empresas entre sí, también son distintas las formas de administración de cada una de ellas. Cada gerente o administrador tomará decisiones de acuerdo a la situación particular, basado en sus paradigmas, en su formación, y sobre todo en su estilo propio. Esto quiere decir, que en administración no existen recetas o formulas mágicas para resolver los problemas cotidianos de las organizaciones; existe sí, una serie de modelos administrativos que requieren ser contextualizados para minimizar la incertidumbre en logro de los propósitos de la empresa.
El éxito o fracaso de un gerente se mide por el logro de sus resultados; un gerente puede poseer estudios formales en muchas áreas del conocimiento, pero ello no les garantiza per se el éxito. Es necesario que el gerente desarrolle muchas habilidades relacionadas con la toma de decisiones, con su buen juicio y capacidad para leer adecuadamente las señales del entorno y de las situaciones internas de la empresa.
Los gerentes toman decisiones con el propósito de orientar el esfuerzo de todos los integrantes de la organización hacia el logro de objetivos; las decisiones están relacionadas, generalmente, con los recursos que administran y con las personas que deben dirigir.
En todo tipo de organización o empresa el trabajo operativo o misional es desarrollado con base en las directrices o instrucciones establecidas por la gerencia; para que se cumplan los propósitos lo gerentes deben ser líderes capaces de motivar o ejercer la autoridad que conlleve a la consecución de los mejores logros con el menor esfuerzo posible.
En administración no existen recetas o formulas mágicas para resolver los problemas cotidianos de las organizaciones.
Para que las empresas sean económicas, eficaces y eficientes, los gerentes deben aplicar el proceso administrativo, esto es, deben elaborar planes realizables, estableciendo objetivos y los cursos de acción a seguir para alcanzarlos; asimismo, deben organizar las tareas y el esfuerzo del grupo, acorde con los recursos disponibles en la empresa; deben, además, tener la capacidad para hacer cumplir las instrucciones y políticas, mediante la comunicación completa y fluida de las mismas, la motivación y el liderazgo adecuados; y, también, ejercer el control de todas las actividades y procesos para evitar que ocurran desviaciones o para corregirlas, si no pudieran evitarse.
Habilidades administrativas y competencias de los gerentes
Para un desempeño efectivo los gerentes deben disponer de las siguientes habilidades y competencias:
La habilidad técnica: que es la posesión de conocimientos y destrezas en actividades que suponen la aplicación de métodos, procesos y procedimientos. Implica por lo tanto el diestro uso de instrumentos y técnicas específicas. Por ejemplo, los mecánicos trabajan con herramientas y sus supervisores deben poseer la capacidad para enseñarlos a usarlas. De igual modo, los contadores aplican técnicas específicas de sus labores.
La habilidad social o humana: que se refiere a la capacidad para trabajar con otros individuos, esfuerzo cooperativo, trabajo en equipo, es la habilidad para interrelacionarse con otras personas de la organización, para crear un clima laboral armonioso.
La habilidad conceptual: que corresponde a la capacidad para comprender la empresa como un todo (visión holística) y sus relaciones con el entorno, entender el negocio en que compite, es distinguir los elementos más significativos de una situación, comprender las relaciones entre ellos y sus efectos sobre la organización.
La capacidad de decisión-acción: es la habilidad para tomar decisiones y la capacidad de hacer que se cumplan; es voluntad para pasar de la intención a los hechos, es diseñar soluciones creativas para los problemas y la habilidad para aplicarlas de manera precisa y oportuna.
La condición ético-axiológica: Los gerentes deben ser conscientes de los derechos de todos los miembros de la organización y de las responsabilidades que conlleva su actuación; los gerentes deben ser honestos e íntegros y tener plena conciencia de sus responsabilidades con los clientes internos y externos, proveedores, propietarios, organismos de control, y sobre todo, con la sociedad en general.
Funciones del Gerente
Todo el mundo está de acuerdo en que el propósito de la gerencia es garantizar que se logren unos resultados. Para ello, los gerentes deben formarse una idea de lo que su trabajo comprende, de las labores que deben desempeñar y de las actitudes y habilidades que les ayudarán a realizar dichas labores en forma eficaz y eficiente. Las funciones básicas que deben realizar son: Planificar, organizar, dirigir y controlar; pero, además de éstas, deben asumir otras funciones complementarias y diferentes roles, con el fin de responder a las expectativas propias y de los diversos grupos de interés.
El éxito o fracaso de un gerente se mide por el logro de sus resultados.
Cuando los gerentes no conocen en profundidad sus funciones, tienen incertidumbre con respecto a lo que deben hacer, los límites de su responsabilidad, las relaciones con otras personas, tanto dentro como fuera de la empresa y las habilidades que deben desarrollar con el fin de cumplir efectivamente sus funciones.
Entre los principales roles que debe asumir cualquier gerente están :
El papel de representante: Representar la organización ante el mundo exterior, por ejemplo, comunicarse con clientes y proveedores.
El papel de líder: La responsabilidad de establecer una visión y guiar efectivamente al grupo hacia ella.
El papel de de enlace: Comunicarse con otros individuos y grupos en representación de su propio grupo.
El papel de buscador de información o monitor: Adquirir información de su propio grupo, de otras partes de la organización, así como del entorno.
El papel de difusor de información: Divulgar información tanto dentro de su grupo como en toda la organización.
El papel de vocero de la organización: Comunicar al entorno información sobre la organización.
El papel de emprendedor o empresario: Buscar nuevos negocios u oportunidades de inversión; desarrollar y contribuir al desarrollo de nuevas ideas.
El papel de manejador de conflictos: Responder y enfrentarse a las situaciones difíciles y a los problemas de disciplina que surjan en la organización.
El papel de asignador de recursos: Decidir cómo se organizarán o invertirán los recursos y cuáles son las tareas que cada quien debe realizar.
El papel de negociador: Negociar con individuos u organizaciones dentro y fuera de la empresa.
El Proceso Administrativo
Los diferentes procesos y actividades de las empresas no se dan caóticamente o por mera casualidad. Toda organización tiene una misión que cumplir, unos clientes a quien servir, para lo cual se trazan metas y objetivos. Para el logro de esos objetivos es necesario utilizar los recursos disponibles, de tal manera, que pueda obtenerse de ellos el máximo provecho, organizar las diferentes tareas a desarrollar y establecer áreas de responsabilidad, dirigir la organización de acuerdo a ciertos modelos administrativos, y, controlar el rendimiento de la organización de acuerdo al plan operativo.
Todo lo anterior enmarca el llamado proceso administrativo: planeación, organización, dirección y control, cuya racionalidad estriba en que las empresas deben obtener los mejores resultados con el menor esfuerzo y en las mejores condiciones posibles. Estas condiciones son definidas por ciertos principios básicos como son:
Eficacia: Se refiere al logro de los objetivos bajo tres condiciones: cantidad, calidad y oportunidad.
Eficiencia: Es la relación entre esfuerzos y resultados, entre insumos y productos; somos más eficientes cuando obtenemos mejores resultados con menores esfuerzos técnicos o económicos. La productividad es una medida de la eficiencia.
Economía: Se refiere a la asignación racional de los recursos con el fin de que el proceso productivo se dé sin traumatismos ni desventajas de costos. Aclaremos que no siempre lo más barato es lo más económico.
Equidad: Corresponde a la forma como a las organizaciones atienden las necesidades de sus clientes. Si bien es cierto que las organizaciones deben darle la misma importancia a sus clientes, debe tenerse en cuenta que éstos tienen distintas categorías de necesidades y diferentes capacidades para retribuir a las organizaciones por los productos que reciben, de manera tal, que es necesario aplicar criterios de progresividad. Por ejemplo, en el caso del precio de los servicios públicos domiciliarios para los hogares, se cobran tarifas diferenciales por estrato socioeconómico, aunque el costo de producción de cada unidad ofrecida sea el mismo.
Ecología: Las empresas deben tener en cuenta que al funcionar su aparato productivo no afecten al medio ambiente natural. Todas las organizaciones tienen la responsabilidad de proteger la naturaleza, mediante el uso de tecnologías limpias, políticas de desarrollo sostenible y herramientas de mitigación de impactos ambientales, por lo menos.
Efectividad: Ésta tiene relación con el impacto positivo que deben generar las organizaciones en su entorno social; se mide por las percepciones que tiene su base de clientes y la sociedad en general sobre la capacidad para cumplir cabalmente su misión. Cada organización debe generar rentabilidad social y/o económica.
Ética: La administración es una práctica social que debe adelantarse con los máximos conceptos de la ética y la transparencia. La ética transciende la simple legalidad de las actuaciones, es decir, la acción administrativa tiene que ser benéfica para todos los involucrados, al tiempo que se respetan las leyes, las costumbres, la cultura y los códigos morales de la sociedad.
La racionalidad del proceso administrativo estriba en que las empresas deben obtener los mejores resultados con el menor esfuerzo y en las mejores condiciones posibles.
Las fases del proceso administrativo no ocurren de manera lineal a través del tiempo, esto es, no necesariamente suceden en el orden de planeación, organización, dirección y control. El proceso administrativo es más bien cíclico, donde las actividades están superpuestas y se aplican simultáneamente.
Todas estas funciones administrativas son necesarias para el logro cabal de los objetivos de manera económica, eficaz y eficiente.
Algunas Características de la Administración
Universalidad: Se aplica en todos los países y sociedades; igualmente, en cualquier organización, pública o privada, lucrativa o no, grande mediana o pequeña, de cualquier sector de la economía, en cualquier área o proceso; en el hogar y hasta en los proyectos de vida de las personas.
Situacionalidad: No existen fórmulas estandarizadas para resolver los problemas administrativos; cada situación es única y, por tanto, requiere una única atención. La aplicación de enfoques, teorías y técnicas requiere una debida contextualización.
Racionalidad: Busca la mejor relación costo/beneficio. Esta búsqueda ofrece un sentido para toda la acción administrativa.
Combina ciencia, técnica y arte: Se requiere habilidad técnica para aplicar el conocimiento científico. El conocimiento mismo no es suficiente, hay que saberlo aplicar.
Esfuerzo cooperativo: La administración es en esencia un esfuerzo grupal, el trabajo en equipo. El gerente efectivo debe ser un líder motivador, capaz de orientar los esfuerzos del grupo hacia metas claras.
La administración es un proceso: cuyos insumos son personas, bienes físicos, tecnología, recursos financieros, información, conocimientos y otros. El producto esencial de este proceso es el logro de la visión y la misión de la empresa.
Propósito: La administración sigue un propósito: lograr el objetivo con el menor esfuerzo. Algo diferente no tendría sentido alguno.
La administración es un sistema: integrado por personas (gerentes y colaboradores), técnicas, estructuras, procesos, procedimientos, normas, decisiones, etc. El sistema se orienta al logro de una misión y realiza los ajustes internos necesarios para interactuar con el ambiente y mejorar su capacidad operativa.
La administración es un medio: la administración no es un fin en sí misma, es un medio para obtener resultados.
La administración crea valor: para las organizaciones y para la sociedad a partir de recursos escasos. Todos los grupos de interés reciben algún tipo de beneficios, los cuales son generados por medio de la administración.
martes, 7 de septiembre de 2010
Biografía de Oscar Pardo escrita por Dairo Arteaga
BIOGRAFIA DE OSCAR PARDO, ESCRITA POR DAIRO ARTEAGA NAVARRO, ESTUDIANTE DE CONTADURÍA PÚBLICA, UNIVERSIDAD DE CARTAGENA, III SEMESTRE, 2 DE NOVIEMBRE DE 2007
PRÓLOGO POR OSCAR PARDO
Quizá porque mi niñez sigue jugando en tu playa
Y escondido tras las cañas duerme mi primer amor,
Llevo tu luz y tu olor por dondequiera que vaya.
Joan Manuel Serrat, cantautor español
Mi primer mundo, el de mi temprana infancia, fue un universo verde adornado por un blanco impoluto y un azul pálido pero profundo. El verde era la vegetación del entorno, exuberante y bonita; el blanco eran las nubes eternas pero intocables y el azul era el cielo, misterioso e intimidante, como siempre.
Era “Juanillo”, la finca de mis abuelos en Arjona. Desde allí me llegan los recuerdos del canto de mi madre mientras cocinaba o lavaba y de los chistes y anécdotas, reales o imaginarias de mi padre, las cuales no han podido enterrar el tiempo ni las vivencias nuevas.
Mis primeros amigos fueron mis hermanos Rafelito y Jesús, con quienes jugaba unos minutos y peleaba otros tantos; reír y gritar de alegría, por lo general, terminaba en llorar para luego reír y gritar de nuevo. Mi primer maestro fue Pedrito, mi hermano mayor. Mis primeros –y tal vez únicos verdaderos- juguetes fueron caballitos de palo (una simple rama deshojada de matarratón entre las piernas), o burritos de totumo, piedras y tapitas que eran soldados invencibles (los más disciplinados y valientes que he conocido) y el bus de madera, fabricado por mi padre con tablas viejas, que aunque andaba con dificultad, era lo más bello y extraordinario que poseía; amigos y juguetes inmortales que se mantienen incólumes en mi memoria y que me hicieron de verdad un niño feliz, sin la más mínima comprensión de las vicisitudes familiares por la desmedrada economía doméstica.
Hoy, al poner el espejo retrospectivo en la distancia de mi infancia y juventud veo que muchas cosas hice, pero fueron más las que dejé de hacer, que fui pasivo cuando debí ser activo y reactivo cuando debí ser proactivo. Pero aun así, me he esforzado por ser un hombre bueno, digno de mi familia, de mis amigos, de mi empresa, de mi patria y del mundo. He luchado con la fuerza del amor y la honestidad, especialmente para darle ejemplo a mis hijos y a mis alumnos. Si algo me emociona es saber que puedo dar algo de mí para que otros sean mejores que yo. Si aún no lo he logrado, insistiré. Si lo logro seré un feliz eterno.
Amigo lector, en los párrafos que siguen hallarás un extracto de lo que he sido, aunque me hubiera gustado que fuera igual a lo que he querido ser. Le he contado a Dairo Arteaga, mi alumno, algunos pasajes de mi vida. Se parecen poco a los de los héroes de la literatura, la televisión y el cine, a quienes no pretendo emular, pero, después de todo, es mi verdad, la verdad de mi vida que comparto con ustedes.
A fin de cuentas... como dijo Neruda: “Confieso que he vivido”.
Cuando tenía cuatro años de edad se desplazó a Arjona para estudiar y al llegar allá se sorprendió mucho por la luz eléctrica. Además al mismo tiempo, conoció la radio por la que tenia su abuelo.
Lector precoz, a su corta edad sabía leer, cuenta que fue su hermano Pedro quien le enseñó las primeras letras y quien le despertó el interés al leerle un libro de ciencias naturales. Su primera escuela fue el Colegio Francisco de Paula Santander y pasado un año a sus 5 años de edad, sabía las operaciones básicas. Tímido desde muy pequeño, era “gago”; por lo tanto, no hablaba por temor a las burlas. Por tal dificultad desarrollo la habilidad para escribir, después trató de quitar esa timidez con una asignatura llamada Centro Literario a mediados de Bachillerato.
Además, parte de su primaria fue en Liceo de la Costa en Cartagena, donde se desplazó con su hermano Rafelito, viviendo en la casa de su hermano Pedro, quien se preocupó siempre que sus hermanos menores estudiaran. Sin embargo, después de ese año se devolvió a Arjona a cursar 5º y 6º.
Cuando tenía 14 años se subió a un poste de alta tensión, ignorante del peligro que corría, mientras su hermano lo buscaba, sin darse cuenta se acercó al campo eléctrico de un cable que le propinó una descarga de trece mil ochocientos voltios, su abuelo lo tomó en sus brazos y lo llevó al hospital más cercano, solo recuerda cuando lo llevaban cargado inconsciente y cuando preguntaba ¿qué había pasado?
Debido a la gravedad de las lesiones lo tuvieron hospitalizado un mes y después le dieron de alta.
Sus últimos años de la secundaria los terminó en Arjona.
Pedro Pardo (su hermano mayor), marcó su vida, porque era una persona brillante, muy estudioso y le tenía mucho afecto, él fue militar de carrera y se graduó en Economía en la Universidad de Cartagena. Luego de pensionarse en la Armada y graduarse se fue a los Estados Unidos de América, por lo que hace 21 años no lo ve, se comunican por chat y por teléfono. Pedro ahora es un pastor cristiano en dicho país.
A sus 18 años estuvo a punto de no estudiar, porque su padre se fue a Venezuela ya que su abuelo vendió la finca donde vivían, situación que llevó a su familia a trasladarse al casco urbano de Arjona.
Otro pequeño inconveniente es que eran ocho hermanos y el segundo de ellos (Cesar) murió a los 19 años, era epiléptico, pero muy inteligente y le enseñó a Oscar el saber orientarse por medio de las estrellas.
Solo su hermano Pedro y él son profesionales, los cinco hermanos restantes no estudiaron carreras profesionales. Un día Pedro le dijo: “hay personas que no estudian porque son pobres y si no estudian se vuelven más pobres”. Él entendió claramente el mensaje y desde entonces se propuso ser un profesional.
Con este firme propósito siguió los pasos de su hermano quien le pagó la universidad (Universidad de Cartagena) en la cual se esmeró mucho por estudiar y al cabo de dos semestres obtuvo la matrícula de honor y no pagaba nada.
Hubo una época cuando el “Sueño Americano” estaba en su apogeo y le propusieron irse a tal sueño sin terminar su carrera, una mujer que le gustó mucho, pero decidió primero terminar su carrera.
Cuando recién egresaba de la universidad a sus 24 años de edad, tuvo su primer hijo (Oscar Eduardo). Con la llegada de su primer hijo sintió la necesidad de trabajar, cuando comenzó a dar clases en el ICTEB, institución que era de propiedad de los dueños de IAFIC, como docente empezó por la necesidad, más no por amor al arte.
El primer día de clases tenía pánico porque los estudiantes eran mayores que él. Pero, poco a poco fue dejando ese miedo porque siempre ha tratado de ser muy cercano a sus estudiantes y lo ha logrado sin apartarse de la docencia, solo por el hecho de saber que está ayudando y contribuyendo a la formación de los demás.
Hobbies
Apenas terminó su carrera profesional y también a pesar de su trabajo, se interesó mucho por el boxeo, en el cual hizo un curso de arbitraje para tal deporte. Uno de sus profesores en este curso fue el actualmente también profesor de la Universidad de Cartagena doctor Arley Pérez.
Al cabo de un año, era árbitro y fundó un club social y deportivo de boxeo en Arjona, junto a su hermano Rafelito y su primo Elías Chamorro. El club, que aún existe, tiene por nombre: “Dueños del Ring”.
En este club se formó un entrenador que fue varias veces el elegido a nivel mundial y, éste a su vez dio muchos boxeadores para los juegos olímpicos donde su máximo logro fue Harold Grey, campeón mundial.
Pero no duró mucho, cuando perdió el interés por el boxeo ya que vivió dos situaciones que lo pusieron a pensar: la primera fue, cuando separaba a dos peleadores, uno golpeó al otro tan fuerte en la nariz que se la fracturó, de manera que le tocó acompañarlo al hospital más cercano.
La otra fue que vio morir a una persona en el ring, uno de los boxeadores se desmayó y no recuperó el conocimiento y el otro quedó como un vegetal, luego de un combate. Entonces pensó y se cuestionaba si en verdad valía la pena seguir en ese deporte.
Por eso lo tomó con un hobbie inicial, ya que piensa que los pasatiempos cambian a medida que pasan los años. Fue allí cuando nació otro hobbie y es un gusto particular por la música de balada y se volvió coleccionista de esta música, en especial de los discos de cuatro cantantes: dos griegos (Demis Roussos y Nana Mouskouri) y dos españoles (Paloma San Basilio y Joan Manuel Serrat).
Se interesó por la literatura y comenzó a leer a Gabriel García Márquez y Ernest Hemingway. Luego en su formación profesional estudió a Peter Drucker. Hoy sigue leyendo libros de literatura gerencial y literatura.
Otra de sus pasiones es el amor por los animales. No los tiene en casa porque a su esposa no le gustan. Es por eso que cuando tiene tiempo libre ve el canal Animal Planet. Le gusta el inglés y tiene un muy buen nivel de lectura y hablado.
Trabajo con la Contraloría General de la Republica
En el año 1993, tenía 37 años de edad. Entró en tal trabajo gracias a un favor de un político, pero muy pronto abrieron un concurso meritocrático en el que hubo más de 200 participantes, de los cuales solo once personas pasaron, ocupando él el 2º puesto. Ya va a cumplir quince años trabajando con la Contraloría.
Con respecto al clima organizacional que maneja con sus compañeros es excelente, ya que capacita a sus compañeros de trabajo y se ha ganado el respeto de ellos. En la Contraloría, tiene el cargo de auditor, y está haciendo una especialización.
Metodología de clases junto a una pedagogía contructivista.
Antes que todo cree que la docencia requiere mucho tiempo, además cree que la hora de clase no es suficiente para la formación de los estudiantes. Es por eso que se siente frustrado cada vez que piensa en no tener tiempo para crear un semillero investigativo.
Siempre ha querido tener conocimientos de disciplinas diferentes (ser una persona integral), por ello aborda el estudio de temas de psicología, administración, economía, derecho, filosofía, historia, sociología, política, literatura y otros.
Ingresó como docente a la Universidad de Cartagena en el año 2003 y trabaja en la ESAP (Escuela Superior de Administración Pública) los sábados. Trabajó en el Instituto Tecnológico de Comfenalco de 1996 – 2000 y trabaja en la Universidad Luis Amigó.
Estudió filosofía y leyó sobre el enfoque sistémico-complejo, se identificó con las teorías de Edgar Morin. Por medio de ellas empezó a entender mejor las teorías administrativas, la sociología y la historia, lo cual ayudó a acercarse más a sus estudiantes.
Sin embargo, antes era muy empírico utilizaba más práctica que teoría. Hoy en día, da mucha más referencias para entrar en confianza con la asignatura. Conoce la pedagogía desde el año 1998 en adelante, ha obtenido cuatro diplomados en tal aspecto y se identificó con el método constructivista.
Es por eso que no le gusta presionar a sus estudiantes, trata en lo posible de que el estudiante sea su propio maestro y realiza los exámenes a libro abierto, ya que piensa que los exámenes son una oportunidad para aprender más cosas.
Siempre que puede expone sus ideas y dice que los profesores no deben condicionar a los estudiantes, sino que éstos deben aprender a aprender.
Vida Familiar y Vida Espiritual
Tiene tiempo para la familia y para compartir con ellos los sábados en la noche y los domingos salen siempre a algún lugar.
Es padre de Flor María, ya casada y con dos hijos; de Oscar Eduardo, quien se casará pronto; y de María de los Angeles, una preciosa joven de va a cumplir quince años y que afirma es muy inteligente y bonita y que será una profesional destacada en cualquier profesión.
Su esposa es Osiris Del Carmen Castillo Ramírez, quien es la primera impulsadora de sus sueños y metas. Tienen tres hijos: Oscar David, Angélica María y Lilibeth. Oscar David, el mayor, estudia en la Universidad Tecnológica de Bolívar administración de empresas, luego de retirarse de medicina; Angélica, la segunda, estudia medicina en la Universidad del Sinú, es muy dedicada al estudio; y Lilibeth, la menor, estudia administración industrial en la Universidad de Cartagena y le tocó como estudiante.
Por otro lado, cree en Dios y está convencido de que con buenas obras y buena conducta es la mejor manera de servirle a Dios.
Cree en Dios como el Gran Arquitecto del Universo, como una inteligencia superior y que organizó al mundo en sistemas, por eso dice que siente dolor cuando hay personas que engañan a otras con falsos milagros, o cuando algunos se autodenominan como mensajeros de Dios y en el fondo tienen otro interés.
Tiene dos viajes en proyecto con su esposa ahora que se pensione, por las civilizaciones de Egipto, Roma y Grecia. Pero viajará a Venezuela el año entrante, también viajará a Brasil y Panamá.
Su misión e ideas para la Universidad de Cartagena.
Su propósito o misión es ayudar a formar ciudadanos, estudiantes para un mañana. Cree que a la Universidad de Cartagena le falta mucho en cuanto a su infraestructura, la parte investigativa y logística. Así mismo, considera que son precarias las condiciones de vinculación y estímulos de los profesores de cátedra.
Una solución que él plantea es que la universidad se vinculara o articulara más con la empresa, de manera que le diera beneficios tanto a la universidad como a las empresas y por ende a la sociedad general.
Piensa que una forma es establecer convenios con la empresa privada donde la universidad aportara recursos intelectuales. La universidad donaría las patentes o procesos de investigación que vincularan a los estudiantes de la universidad.
No ha tenido ningún privilegio con la Universidad de Cartagena, solo el hecho de conocer a sus estudiantes y compañeros docentes.
Conclusión
No se siente plenamente realizado, pero está satisfecho con sus logros en lo profesional y lo personal.
Tiene una hermosa familia muy unida, ha sido esposo y padre responsable, amoroso, comprensivo y tiene perspectivas mejores, lo cual lo alegra mucho más.
Está trabajando en un libro de administración no sabe como lo va a llamar, pero va a ser diferente a todo lo que hay en el mercado, en un par de años debe estar editado y terminado.
Si es cierto una vida concluye cuando se muere, lo cierto es que la vida que acabamos de leer hay mucha tela por cortar esos logros todavía no alcanzados tienen mucho que contar un sin numero de estudiantes, docentes, gerentes, rectores, amigos, compañeros de trabajo, etc.
jueves, 2 de septiembre de 2010
Las Narraciones de Víctor, mi padre
LAS NARRACIONES DE VICTOR Y MIS REFLEXIONES SOBRE ÉTICA Y POLÍTICA
Oskar Pardo Ramos
Uno de los recuerdos infantiles más vívidos que se mantienen incólumes en mi memoria, se relaciona con la muy especial facultad que tenía mi padre de embelesarnos con la palabra bajo la alucinante narración que nos hacía, a mis hermanos y a mí, de batallas imaginarias que mantenía él contra tigres y cocodrilos monstruosos, de los cuales emergía, indefectiblemente, victorioso y, apenas, con uno que otro rasguño. En las noches calurosas e iluminadas por las estrellas del cielo estival de su finca en las sabanas de Arjona, mi padre se sentaba en un taburete de cuero de res y madera y nosotros le rodeábamos acurrucados en banquitos de palo a escuchar esas fantásticas narraciones, de las cuales no nos queríamos perder el más mínimo detalle. Mientras él nos mantenía alelados con la fuerza hipnótica de sus palabras, nosotros abrazados por nuestra propia imaginación, creábamos el escenario fantástico y allí en medio de este, veíamos como en una aparición fantasmal, al héroe invicto de todas las luchas, Víctor, mi padre.
Hoy, cuando pienso, en su entrañable figura y lo que significó para mí (no me atrevo a decir que también para todos mis hermanos), me embarga la alegría infinita de saber que tuve un padre quien, pese a su poca escolaridad, fue un cristal a través del cual miré las cosas del mundo, tanto por la fuerza de sus palabras –hipnótica, como dije antes- como por el ejemplo de esposo y padre, y me imagino que cómo hijo, hermano, amigo, vecino, etc., que siempre fue.
Pero… ¿a qué viene toda esta evocación? Pues, porque apenas hice contacto con “Ética para Amador” sentí la fuerza imbatible de mi padre hablándome, entre chiste y anécdotas sobre lo humano y lo divino; y ante esa irrebatible experiencia, no hice más que rendirme a la intención irreductible de Savater de soltar su disertación de la ética y la moral de los seres humanos. Al fin de cuentas era como el viejo Víctor hablándome al oído con su lírica indomable. Valga notificar que el discurso de mi viejo no tenía la finura de estilo ni la densa erudición de Savater, pero tenía algo más poderoso y decisivo: a mi padre yo le creía sin necesidad de que me lo pidiera, todo lo que decía era verdad, y para mí, hoy en día, después de tantos aguaceros, sigue siendo verdad.
Evoco ahora el recuerdo de mi viejo porque fue él el primero que me habló del sentido de la vida. Yo estaba tan pequeño como para comprender todo lo que quería decirme, pero a fin de cuentas yo era su compañero de aventuras imaginarias, y sólo yo, tal vez, pienso ahora, tenía la paciencia de oírlo hablar durante ratos tan largos. El también me habló de las cosas que convienen y, especialmente, de las que no convienen. Esto, igualmente, lo hallé en las obras de Savater. En cuanto a esto, pienso que el sentido de conveniencia radica en el paradigma o perspectiva de la vida que tengamos. Cada uno de nosotros tiene un proyecto de vida, -o deberíamos tenerlo-, y dependiendo de ese plan de vida, mediante nuestro concepto de libertad vamos escogiendo los elementos que encajan en ese modelo: los amigos, las parejas, los objetos materiales; vamos seleccionando lo que deseamos con base en nuestro gusto y personalidad, las cosas que reforzarán nuestra forma de vida, o a ese yo que queremos reafirmar. Aquí nos surge una primera preocupación: ¿Cuáles son las cosas que deben rodearnos y acompañarnos durante nuestra vida? Para mí –más no para el avaro compulsivo-es claro que el dinero no tiene valor intrínseco, pues, como sabemos, es sólo un medio para obtener esas cosas que tanto queremos. Aquí siento claramente la voz de mi padre diciéndome: “en nuestro paso por la vida nos llenamos de cosas -inservibles la mayoría de ellas- pero sin las cuales nos sentimos desamparados, humillados, derrotados o frustrados”. Reflexiono entonces que debemos vivir la vida, disfrutando de la bondad de lo simple, de lo natural, y de las relaciones con nuestros congéneres. Yo recuerdo cómo disfrutaba ver llover (y aún más bañarme en los aguaceros) en mis épocas de infante, y sobre todo, recuerdo la indecible alegría de compartir con otros niños los juegos más emocionantes que han existido sobre la tierra, sin disponer siquiera de un juguete no fabricado por nosotros.
Hoy siento una gran nostalgia por mi felicidad infantil, especialmente cuando me abruman los problemas domésticos y laborales. Cuando niño sabía exactamente lo que me convenía, lo buscaba y lo disfrutaba. Hoy no puedo hacer lo mismo, aunque me esfuerzo por reunir el espejo roto de mi memoria, me pierdo en mil laberintos de sucesos infelices, de vez en cuando busco en la oscuridad a tientas mis juguetes de antaño y vuelvo a ver brillando aquel bus de tablas diminuto que me hizo mi padre. Este bus simbólico que hoy me acompaña guarda en su interior el invaluable tesoro de la palabra de Víctor y su noble ejemplo de vida. Más hoy, con el paso de los años me corteja la firme convicción de que hay un sentido en mi vida, un sentido de la felicidad y del bienestar que me impulsan a creer en la necesidad trascendente de hacer felices a quienes comparten conmigo la apasionante aventura de la vida.
Bajo esta perspectiva, siempre he estado convencido de que no existe en nuestras vidas, la del ser humano, un locus de control externo y fatalista . Ya lo dijo Savater la vida humana no está predeterminada, como seres humanos podemos elegir, e inclusive, podemos decidir no elegir como otra opción. Saber que no todo lo tenemos en los genes puede darnos la impresión de creer que tenemos la capacidad para hacer cosas distintas, para elegir la opción de vida que queremos ser. Más, muchas veces nos convencemos de que no somos lo que queremos, sino lo que podemos. Aunque esto puede ser relativamente cierto, pues, realmente estamos condicionados por diversos factores del entorno que no controlamos. No podemos escoger el país, ni la cultura en que nacemos, mucho menos la familia de origen ni la herencia genética con que venimos al mundo. Pero, ya instruidos podemos hacer de nuestra vida una vida rica en conocimientos y en sabiduría, una vida que, además de la nuestra, lleve mucha alegría y felicidad a otras personas, empezando por nuestra propia familia y amigos cercanos. Como seres libres decidimos que queremos hacer de nuestra vida y tomamos una serie de decisiones de acuerdo a esos intereses, planeamos para tener control sobre el camino y el punto de llegada. Ya lo han dicho los aforismos populares: “el hombre es el arquitecto de su propio destino” y “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, una estrategia personal es, entonces, la búsqueda de ese camino, tal como lo explica Oglistri :
“Se podrían distinguir tres actitudes hacia el futuro propio. La primera se refleja en dichos populares como “Matrimonio y mortaja del cielo bajan”, “Nadie se muere en la víspera”, y en creencias de predestinación, aceptación o dependencia de la voluntad divina y otras semejantes, que implican que el futuro está definido, así no lo conozcamos, y que poco puede hacerse por cambiar el destino. Igual actitud de no planear se desprende de vivir el presente, y de reorganizarlo a medida que transcurre. Una segunda actitud es la de planear en detalle, tomar la vida en las propias manos y establecer objetivos y acciones que lleven a esos objetivos a largo plazo. Una tercera actitud sobre el futuro postula que la vida es una secuencia de decisiones y que la persona cambia radicalmente de intereses varias veces a lo largo de su existencia, de manera que debemos ser conscientes de que cambiaremos y planear solamente a mediano plazo, etapa por etapa de la vida”.
En este andar podemos tener la buena o la mala vida de que habla Savater en su obra, para unos la buena vida es el hedonismo a ultranza, sin las virtudes proclamadas por Epicuro, para otros, entre los que me cuento, la buena vida significa algo más que el placer, significa algo más que la satisfacción diaria de lograr las metas personales, es para mí saber que tengo a mi lado todo lo que requiero en la vida para ser feliz y hacer felices a mi familia y a otras personas.
Ahora bien, ¿es la vida un juego de suma cero, en el cual la victoria de unos implica la derrota de otros? Por supuesto que no, visto desde mi perspectiva. Más bien al contrario, vivir bien es hacer el bien, es el reconocimiento del otro y sus derechos, es disfrutar la vida sin perjudicar a nadie; es creer que podemos retribuirle a la naturaleza, un poquito de lo que nos ha prodigado. Vivir bien es compartir los más hermosos sentimientos de nuestra naturaleza humana; es soñar con la posibilidad de hacer algo trascendente, que deje un legado a alguien, aunque sea una enseñanza originada en una vida o una acción ejemplar.
Todo lo anterior nos lleva de la mano a la ética como norma de vida y como práctica. En este sentido ser ético es saber que vives para hacer el bien y para mantener interrelaciones positivas con otros seres humanos; es vivir con la alegría que da la conciencia impoluta del hombre honesto. Ser ético no es ser tonto, en la medida en que te dejes utilizar de otros, ser ético es tener la plena conciencia de nuestros actos y la responsabilidad de poder tomar decisiones que tienen efectos sobre otras personas. Ser ético es convivir en armonía con la conciencia interior, con tus congéneres y con la naturaleza misma, y si se quiere, con la divinidad.
Esta armonía se construye en las relaciones con los demás, en la convivencia social. Muchas de las reglas de juego aplicadas por el hombre para esta coexistencia social están marcadas por el signo de la racionalidad, desconociendo que estamos construidos con material emocional, como dice Savater “El hombre no sólo es una realidad biológica, es una realidad cultural”. En este orden de ideas, no todos los seres humanos somos iguales. Somos distintos, varones y hembras, niños y adultos, europeos y latinoamericanos, y así mismo, norteamericanos, africanos y asiáticos. Hay una admirable y respetable diversidad, que es –óigase bien- cultural más no genética, lo cual debemos comprender con orgullo. Es esta diversidad, lo que hace más interesante las relaciones sociales, y es aquí donde debemos encontrar sentido para construir una sociedad global más humana y respetuosa de las diferencias, no es simplemente tolerar, es aceptar.
Aquí aparecen el Estado y la política como grandes invenciones del hombre para resolver los problemas de convivencia. El hombre en tanto ser racional y a diferencia de los animales, puede decidir sobre las formas de organización social y política que requiere. El animal viene al mundo con un programa fijado por su “tarjeta genética”, y esta, digámoslo así, decide por él. Sin embargo, el homo sapiens, ha concebido formas organizativas sociales y políticas disímiles que le han garantizado, históricamente su superviviencia. La formación de la ciudad y de otros conglomerados humanos han sido productos de la capacidad gregaria del hombre con miras a defender sus espacios y conservar la especie. La organización política, tal como se ve en la antigua Grecia, se instituyó para resolver los problemas del colectivo y no los de un individuo. El Estado, en tanto pacto social como lo concibió Rosseau , era una forma de organización superior para la subsistencia y desarrollo del género humano, empero, ha sido muchas veces utilizado en el sentido contrario, para la protección de los poderosos y el sometimiento de los pueblos. El poder es legítimo cuando emana de la voluntad popular y cuando este poder se utiliza para beneficio del colectivo, la legitimidad existe en tanto quien ejerce el poder está investido y facultado por el pueblo. Miremos, nada más, lo que sucede en una sociedad como la colombiana donde hay una concentración del poder económico en muy pocas manos, lo que trae como corolario la exclusión social, económica y política de millones de compatriotas quienes día a día se debaten en la miseria, luchando bajo la “economía del rebusque” para sobrevivir. De la misma manera, lo natural en nuestro medio es que manden los más vivos, los más ricos, los más y mejor informados, que casi siempre son los más ineptos, al contrario de la concepción helénica.
En una sociedad como la nuestra los conceptos de obediencia y rebelión se han justificado siempre bajo el marco de las exclusiones. Se dice, por ejemplo, que Colombia es un Estado Social de Derecho, y que como tal debe cumplir unos fines esenciales orientados al bienestar y a la prosperidad general, garantizando el acceso a los servicios sociales básicos como la educación, la salud, la vivienda, el transporte, los servicios públicos domiciliarios, la administración de justicia, la seguridad, el transporte público, y otros. No obstante, este modelo de Estado riñe con el modelo económico neoliberal, gran contradicción entre los postulados escritos y la práctica política. Si vivimos en un Estado Social de Derecho ¿Cómo es posible que dejemos a los avatares del mercado (y a su “mano invisible” y perversa) la regulación de los servicios de salud y educación, por ejemplo? Tenemos un modelo de Estado ideal en el papel, mediocre en la práctica, que ha generado mucha pobreza en vez de bienestar; un modelo político que es una caricatura de democracia, ya que no todos tenemos las mismas oportunidades de acceder a los cargos de elección popular, y son estas condiciones excluyentes las que han generado rebelión, una insurrección ideológica con fundamentación política que se volvió fanática e irracional, que a fin de cuentas fue peor como remedio que la misma enfermedad.
Desde esta reflexión, creemos que la política es algo mayor que las elecciones y los partidos políticos. La política es un medio para servir a nuestros congéneres y a nosotros mismos, por ello hay que arrebatársela a nuestros politiqueros quienes nos la han secuestrado. “Estos no entienden de relaciones entre ética y política”, me dijo el viejo Víctor en cierta ocasión.
Ahora bien, partiendo de la naturaleza agresiva del género humano, no es posible pensar en la posibilidad de eliminar las confrontaciones en el corto plazo, por el momento pensemos en los impactos de estos conflictos armados en la sociedad humana, que han transformado sociedades enteras, que le han infligido mucho sufrimiento a la humanidad, pero, al fin y al cabo cada guerra ha traído consigo la posibilidad de repensarnos más como humanidad y la promesa incumplida de construir la paz perenne y el progreso sostenido.
Por otra parte, de la forma más hipócrita se hace proselitismo a favor del Estado en detrimento del individuo, por todas partes se predica la prevalencia del interés general sobre el particular. Vale entonces preguntarnos ¿Hay correspondencia entre lo que el Estado pide y lo que él da? Se pide, por ejemplo, que nuestros jóvenes vayan con el uniforme “camuflado” en nombre de la sociedad a dar la vida por la patria, pero esta patria ¿Si está comprometida con la protección de ellos? ¿Qué es del presente y del futuro de esos jóvenes? Ante estos interrogantes se me ocurre pensar y expresar que el Estado debe estar al servicio del hombre y el hombre al servicio de éste, en una relación simbiótica y productiva, pero la cruda realidad nos muestra al hombre al servicio de la economía y no ésta al servicio de aquel. Por desdicha, la ciencia económica y la práctica administrativa en una actitud tan servil como perversa benefician a los poderosos, dejando de lado el fin superior de las ciencias humanas: la universalización del progreso y las condiciones materiales e inmateriales para el bienestar.
Es aquí, entonces, donde confluyen la economía, la ética y la política. Una organización política debiera ser lo más perfecta posible, permitiendo la participación igualitaria de todos los miembros de la sociedad, bajo criterios de equidad y progresividad; de la misma manera, esa organización política de democracia total, llevaría necesariamente a la democratización de la propiedad y de la misma economía. Esto sólo sería posible con un gobierno en manos de los seres más probos, honestos e íntegros de la sociedad, lo que equivale a decir, de los más éticos.
Una sociedad organizada bajo estos criterios tendrá que crecer no sólo en riqueza material sino en conocimiento y en oportunidades para todos los asociados. Aquí de nuevo, mi padre me habla al oído y me dice: “cuando los gobernantes crean que deben ser servidores y no servidos, que deben ser ayudantes y no ayudados, que deben llevar y no ser llevados, entonces otro gallo cantará”. Empero, una nación debilitada por el individualismo malsano, por la baja calidad de su gestión política y administrativa será fácil presa de la voracidad de los imperios y naciones extranjeras que verán en aquellas pingües oportunidades económicas, tal como lo presentía Simón Bolívar cuando en una de sus famosas Cartas de Jamaica en 1815, manifestó:
“Cuando los sucesos no están asegurados, cuando el Estado es débil y cuando las empresas son remotas, todos los hombres vacilan, las opiniones se dividen, las pasiones las agitan y los enemigos las animan para triunfar por este fácil medio. Luego que seamos fuertes, bajo los auspicios de una nación liberal que nos preste su protección, se nos verá de acuerdo cultivar las virtudes y los talentos que conducen a la gloria; entonces seguiremos la marcha majestuosa hacia las grandes prosperidades a que está destinada la América meridional; entonces las ciencias y las artes, que nacieron en el Oriente y han ilustrado la Europa, volarán a Colombia libre, que las convidará con un asilo”.
No obstante, creo que ya empezamos a avizorar ese potencial que necesitamos para construir la patria que Bolívar soñó y algún día será una realidad. Estoy seguro que ya estamos formando a los dirigentes colombianos de esta nueva generación que van a gobernar bajo otros paradigmas, no me cabe duda de que esto será una realidad más cercana de lo que podamos creer. Ese potencial es nuestra niñez y nuestra juventud, ellos están siendo educados bajo patrones muy diferentes y bajo concepciones más totalizantes e integradoras del ser humano. Por ello, no perdamos la posibilidad de sentarnos con nuestros hijos y empezar a soltarles el discurso de la ética y la política (cual el viejo Víctor), pero, más importante que esto es darles buen ejemplo, enseñarles el valor de la democracia permitiéndoles la posibilidad de decidir en el seno familiar y sobre todo, dándoles un verdadero ejemplo de vida como un ejercicio diario de siembra espiritual que, sin duda, rendirá su cosecha en el futuro.
Contribución de la Masonería a la Paz Mundial
A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U
M:.M:. Oscar Pardo Ramos
La paz es, también, una condición para el desarrollo de los pueblos, sin paz no hay democracia, sin democracia no hay libertades y si ésta no existe no habrá progreso ni bienestar para los pueblos del mundo.
M:.M:. Oscar Pardo Ramos
La paz constituye uno de los valores fundamentales del ser humano, que se manifiesta no sólo en el plano individual, sino también en el colectivo, por medio de relaciones armoniosas, pacíficas y respetuosas en los miembros de todas las organizaciones y entre las naciones.
El concepto de paz ha evolucionado a través de la historia: primero se concibió exclusivamente como la ausencia de guerra; sin embargo, luego de las atrocidades cometidas contra la humanidad en las dos guerras mundiales y en otros conflictos aislados, surgió la necesidad de extender el concepto y concebir la paz, no solo como ausencia de guerra, sino también como repudio a cualquier tipo de violencia.
Luego, esta idea fue superada, evolucionando hasta convertirse en un derecho fundamental de todo individuo y de toda sociedad; por lo que la paz se concibe hoy como un derecho básico para la existencia de los demás, como lo establece la C.P. colombiana en su Artículo 22 “la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”, por ello, sin paz la existencia de los otros derechos fundamentales resulta ilusoria.
La paz es, también, una condición para el desarrollo de los pueblos, sin paz no hay democracia, sin democracia no hay libertades y si ésta no existe no habrá progreso ni bienestar para los pueblos del mundo.
¿Cuál es la contribución de la masonería a la paz mundial?
La masonería ha contribuido significativamente al triunfo de la libertad sobre la opresión en casi todos los grandes sucesos políticos en la historia de la humanidad. Así mismo, no son pocas sus contribuciones a la generación de una cultura de la paz, y sobre todo, a la construcción de sociedades pacíficas, democráticas y progresistas.
Estos grandes aportes a la paz mundial tienen su base en las antiguas costumbres en nuestra Orden, como son: el riguroso secreto en la labor, la prudencia en el obrar, la edificación por el ejemplo, el desinterés en las acciones, la abnegación personal, la discreta propaganda, y la perseverancia, pero, especialmente, en los principios de libertad, igualdad y fraternidad, que guiaron, entre otros, los ideales de la Revolución Francesa de 1789 y muchos otros grandes cambios políticos de la historia.
De igual manera, se ha reconocido de muchas maneras la gran contribución de la masonería a la paz mundial. Una muestra de ello es que quince ilustres masones han obtenido el Premio Nobel de la Paz, por acciones grandiosas que han influido en un mundo mejor, ellos son:
HENRY DUNANT (1901): Célebre masón suizo, fundador de la Cruz Roja Internacional, recibió el Premio Nobel de la Paz del año de 1901. Es famoso su libro "Fraternidad y Caridad Internacionales en tiempos de Guerra". Murió en la miseria, luego de invertir toda su fortuna a favor de la humanidad.
ELIC DUCOMMUN (1902): Periodista suizo, miembro fundador en Ginebra de la Liga Internacional para la Paz y la Libertad. Trabajó como tutor, profesor de idiomas y periodista. En 1891 fue designado para dirigir el Bureau International de la Paix, que tenía su sede en Berna. Obtuvo el premio Nobel de la Paz en 1902, junto a Charles Albert Gobat.
TEODORO ROOSSEVELT (1906): Presidente de los Estados Unidos y Presidente de la Suprema Corte de Justicia de su país, quien viendo el peligro de la primera guerra mundial, recorrió Europa entera predicando en favor de la paz. Por su intervención en el fin de la guerra ruso-japonesa, se le concedió el Premio Nobel de la Paz en el año de 1906.
FEDERICO PASSY (1910): Francés. Obtuvo el Premio Nobel de la Paz en el año de 1910, por ser el fundador y presidente de la Liga Internacional y Permanente de la Paz.
ALFRED FRIED (1911): Austriaco. Premio Nobel de la Paz en el año 1911 dirigió desde 1891 las sociedades en favor de la paz en Alemania y Austria.
HENRY LAFONTAINE (1913): Gran masón belga, jurisconsulto y Presidente del Senado su patria, recibió el Premio Nobel en el año de 1913, por sus esfuerzos en fomentar las buenas relaciones entre Francia y Alemania, a través de la mediación belga, y por la intensa labor pacifista que venía desarrollando desde 1882.
LEON BURGEOIS (1920): Premier francés, presidente de la Cámara de Diputados y un brillante liberal. Recibió Premio Nobel de la Paz en el año de 1920, por ser factor principal en la constitución de la Liga de las Naciones.
GUSTAV STRESMAN (Alemán) Y ARISTIDE BRIAND (Francés) (1926): En el año de 1926, recibieron el Premio Nobel estos dos eminentes masones quienes lideraron las ideas de la Sociedad de las Naciones y propugnaron por la constitución de la Paneuropa.
FERDINAND BUISSON (1927): Gran pedagogo francés, fundador de la Liga de los Derechos del Hombre, fue el promotor del sufragio femenino, y principal baluarte en Francia y el mundo entero de la enseñanza laica. Recibió el Premio Nobel de la Paz en el año de 1927, dirigió la Liga de los Derechos del Hombre durante más de 13 años.
CORDEL HULL (1945): Político norteamericano, congresista y senador. Luchó por la política de buena vecindad entre los Estados de América. Recibió el Premio Nobel en 1945.
JOHN BOY ORR (1949): Escocés. En 1949 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su investigación científica en el campo de la nutrición y su trabajo con la “Organización para la alimentación y la agricultura” (FAO) de las Naciones Unidas. Gracias a su fortuna, donó la totalidad del premio a diversas organizaciones pacifistas.
LEON JOUHAUX (1951): Francés. En 1951 le fue concedido el Premio Nobel de la Paz por su lucha en favor de los sindicatos y los trabajadores. Posteriormente siguió trabajando en pro de los trabajadores y el sindicalismo, e impulsó la fundación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), siendo designado líder de la Federación Sindical Mundial.
GEORGE MARSHALL (1953): General norteamericano, artífice principal en la victoria contra los países del eje de la Segunda Guerra Mundial, fue un meritorio masón y autor del famoso "Plan Marshall" para la recuperación económica de Europa después de esta guerra. Fue designado Premio Nobel de la Paz en el año de 1953.
MARTHIN LUTHER KING Jr. (1964): Norteamericano. Fue un ministro de la iglesia bautista que desarrolló una importante labor como activista del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos para los afroamericanos; por esa actividad, fue condecorado con el Premio Nobel de la Paz en 1964 y cuatro años después fue asesinado en Memphis cuando se preparaba para liderar una manifestación.
EL CASO DE MOHANDAS K. GHANDI
Mención especialísima hacemos a Mohandas K. Gandhi, a quien nunca le fue otorgado el Premio Nobel de la Paz, aunque fue nominado cinco veces entre 1937 y 1948. Décadas después, sin embargo, el Comité que administra el premio Nobel declaró la injusticia de tal omisión, que atribuyó a los sentimientos nacionalistas divididos que negaron tal premio a Gandhi.
Por último, valga resaltar que el año 1906 fue especial para la masonería, dado que tres ilustres masones fueron galardonados por la Academia Nobel: Teodoro Roossevelt, quien recibió el premio de la paz, Santiago Ramón y Cajal, en medicina y Giosue Corduca, en literatura.
Conclusiones
No son hechos casuales que tantos hermanos masones hayan sido galardonados con el premio más importante a nivel mundial, como es el Premio Nobel de Paz, dado que la masonería proclama la paz entre los hombres como el más alto y puro ideal. En consecuencia, lucha por el mejor entendimiento entre los pueblos y la armonía entre los individuos.
La masonería, así mismo, anhela que el mundo sea regido y gobernado por la razón y se opone, por ello, a la guerra y todo tipo de violencia entre los hombres.
La Institución Masónica pregona los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad y aspira a construir una verdadera paz mundial.
Por lo anterior, QQ:. HH:. les exhorto a que en nuestra condición de masones no renunciemos jamás a nuestro deber de contribuir en la búsqueda de la paz en nuestra sociedad colombiana que tanto la necesita.
25-07-2009
S:. F:. U:.
Nota: El Q:.H:. Barack Obama, Presidente de EE UU recibió el Premio Nobel de Paz en 2010. Con él son, entonces, 16 los masones ganadores de este premio.
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